Elegir el hosting adecuado para un nuevo proyecto web puede ser una tarea ardua. El usuario medio a menudo se pierde entre la infinidad de conceptos que los proveedores manejan en su carta de servicios. Conocer las necesidades de cada uno y desentrañar el lenguaje que emplean las empresas de hosting es vital para dar con la alternativa óptima para triunfar en Internet. Con unas pocas claves, el emprendedor que desee lanzarse a la Red podrá hacerlo con más garantías.
Antes de contratar un alojamiento web, lo más importante es analizar las necesidades de cada proyecto. Fijarse un objetivo de visitas mensuales, calcular cuánto almacenamiento se va a necesitar en el servidor y calcular la cantidad de datos aproximados que se van a transmitir. La tasa de transferencia es el resultado de multiplicar el peso medio de una página por la cantidad de ellas que se mostrarán al mes.
El segundo factor a tener en cuenta se centra en la construcción del propio sitio. Si se va a utilizar o no un CMS (gestor de contenidos). En el caso de WordPress, que es la plataforma elegida por el 60 % de quienes usan este tipo de arquitecturas, es necesario conocer primero los requisitos mínimos para su instalación y buen funcionamiento. Comparar esas exigencias con lo que los proveedores de hosting ofrecen será de gran utilidad para descartar algunas opciones en favor de otras.
La velocidad del servidor es primordial. Una página demasiado lenta será penalizada por plataformas como Google en términos de SEO, relegando un proyecto bien diseñado a peores posiciones de búsqueda. El uso de memorias SSD o la velocidad a la que funciona el servidor son indicadores que pueden marcar la diferencia.
La seguridad y el soporte también son claves a la hora de decantarse por algún servicio en especial. La compatibilidad con el protocolo HTTPS y la distribución de certificados SSL, la realización de backups o copias de seguridad y, sobre todo, la atención al cliente, son valores obligados en la prestación de un buen hosting.
Por último, los foros en Internet y la consulta de páginas y blogs especializados pueden ofrecer muchas claves sobre qué empresa goza de más prestigio o cuál no cumple adecuadamente con sus clientes.
1- ¿Qué es un hosting y cuáles son los más populares?
Un hosting (o servidor) es un servicio de alojamiento necesario para mostrar una página web al mundo. Cada sitio en Internet está almacenado en discos duros que están constantemente conectados a la Red, y se asocia una dirección IP con un nombre de dominio. Cuando un usuario teclea una URL en su buscador, este envía una petición al servidor en el que se aloja dicho dominio y el hosting le devuelve el contenido que tiene almacenado en forma de página web.
Las opciones de contratación que existen hoy en día son muy numerosas. No obstante, las más populares se pueden dividir en unas pocas. Cualquiera puede adquirir un determinado espacio en régimen de alquiler y, en muchos paquetes, se incluyen dominios gratuitos. Son perfectos para nuevos proyectos que aún no lo tienen. En el caso de que se haya contratado antes el nombre, o se disponga de uno antiguo con otra empresa (o registradora de dominios), cabe la posibilidad de portarlo a la nueva proveedora del hosting. Cuanto mayor sea la edad del dominio, más prestigio tendrá para los buscadores.
Respecto a los tipos de servidores, la opción más popular es dividirlo entre varios usuarios. Un alojamiento compartido implica que varios clientes almacenan sus páginas en el mismo disco duro. Pero también existe la opción de contratar servidores dedicados. Se da en el caso de proyectos profesionales que requieren más espacio de almacenamiento y otras condiciones particulares. Y existe una alternativa intermedia, los VPS (o servidores virtuales privados), que ofrecen al usuario una experiencia más personalizada.
2- ¿Qué aprietos pueden surgir en un hosting barato e insuficiente?
El consumidor inexperto se puede encontrar con una serie de problemas al registrar un dominio o contratar un servicio de hosting barato. Algunos de ellos se resumen a continuación:
En ocasiones se adquieren por separado el dominio y el hosting en servicios de alojamiento distintos. Se puede dar el caso de que el registrador del dominio no responda con la velocidad adecuada, penalizando el SEO de la página.
Puede ocurrir que el servicio de alojamiento no esté a la altura en cuanto a requisitos técnicos y el CMS, en este caso WordPress, no funcione adecuadamente.
Debido a su arquitectura basada en lenguaje PHP, WordPress requiere el uso de ciertas aplicaciones. El servidor puede no estar a la altura de las circunstancias.
La fiabilidad es un punto crucial para los proveedores. Las caídas de servidores son habituales y hay empresas que son más propensas a este tipo de fallos técnicos.
Encontrarse con un problema y no poder solucionarlo porque no hay nadie al otro lado de la línea puede ocasionar muchos quebraderos de cabeza.
En ocasiones, una página web se ve bloqueada porque no se ha contratado la tasa de transferencia adecuada y ha recibido más visitas de las que podía por contrato.
Si la carga del sitio es excesivamente lenta y tortuosa, perjudicará a los visitantes y al posicionamiento SEO, pues la velocidad es uno de los factores clave para los buscadores.
Si el servidor recibe ataques constantes y la web ha sido hackeada, el riesgo a perder información es alto.
3- ¿Cómo evitar estos problemas?
La mejor opción para evitar posibles demoras en la comunicación por DNS entre el hosting y el registrador es contratar todo con la misma empresa. Muchas ofrecen dominios gratuitos o permiten realizar la portabilidad de un dominio antiguo.
Revisar con antelación los requisitos de WordPress puede ahorrar al usuario muchos problemas y aclarar muchas dudas sobre qué elementos necesita en un servidor.
La mayoría de empresas de hosting ofrecen instaladores con aplicaciones como WordPress. Conviene consultar la carta de CMS y otros softwares disponibles y, en el caso de no encontrar lo que se desea, contar con lo necesario para realizar una instalación manual.
Cada vez son más los servidores que exhiben entre sus características el uptime, o tiempo que permanecen estos en línea. Es importante contratar con una compañía que esté equipada con buena tecnología y garantice las mínimas caídas de servidor posibles.
Las opiniones de otros clientes son la fuente más fiable para conocer de primera mano la calidad del servicio de atención que presta una u otra empresa.
Un pico de visitas a una determinada web es muy difícil de predecir. No obstante, todo sitio debe contar con unas previsiones y contratar el alojamiento en consecuencia. Las mejores empresas ofrecen asesoramiento a sus clientes cuando consideran necesario ampliar el contrato.
La utilización de discos SSD es un factor que influye mucho en la velocidad de respuesta del hosting. Pero también es crucial conocer la ubicación en la que se encuentran. Los servidores locales presentan las páginas mucho más rápido que aquellos que se alojan en el extranjero.
Las empresas que ofrecen servicios de hosting más baratos suelen incurrir en carencias de seguridad y recortar en soporte para reducir costes. Es conveniente buscar una compañía que utilice filtros de seguridad avanzados y realice a diario copias de sus servidores.
4- ¿Qué se necesita para poner en la Red una página de WordPress?
WordPress requiere una serie de recursos específicos para los que muchos servidores no están preparados. Cuando un webmaster se decanta por subir a la Red una página elaborada con este CMS, debe tener en cuenta los siguientes requisitos y recomendaciones a la hora de elegir hosting:
– La página deberá estar alojada en servidores con el sistema operativo Linux.
– Las últimas versiones de WordPress exigen una versión de PHP 7.0 o superior, con una tasa de transferencia de, como mínimo, 256 mb por segundo.
– Será necesaria, al menos, una base de datos MySQL. La versión más baja requerida es la 5.6.
– El CMS más utilizado en Internet apuesta fuertemente por la seguridad, por eso precisa soporte para HTTPS.
– A la hora de subir los archivos al servidor, se puede hacer de dos maneras, mediante el gestor integrado o por el protocolo FTP. El segundo es el más recomendable.
– El espacio en disco y la transferencia mensual se deberán contratar en función de las necesidades estimadas.
– Los discos duros SSD ofrecen grandes ventajas, tanto de velocidad como de fiabilidad, respecto a los antiguos HDD.
– Disponer de una IP local incrementará la rapidez en la carga de la página considerablemente.
– Es crucial disponer de un servicio técnico y de soporte las 24 horas del día y durante toda la semana.
– La realización de backups, o copias de seguridad, es obligatoria para garantizar la seguridad y evitar la pérdida de datos.
– Hay que considerar las garantías de seguridad que ofrece cada proveedor de hosting.
– El uptime, o tiempo en línea, asegura un servicio más constante y sin cortes.
– La memoria RAM de los servidores dará fiabilidad a la web y mejorará la velocidad de los procesos.
El precio del hosting suele ser un fiel reflejo del servicio que presta. No obstante, existen buenas alternativas sin elevar demasiado la factura.
Los principales paneles de acceso a los servicios contratados son Plesk y CPanel. La segunda es la más extendida y ofrece mejores ventajas para el usuario.
No está de más recibir, junto al alojamiento, un determinado número de cuentas de correo electrónico asociadas al dominio.
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